Los peces podrían ser definidos como animales acuáticos vertebrados e invertebrados; los cuales disponen de branquias para procesar el oxígeno presente en el agua, así como de un número de aletas determinadas que les permiten nadar.
No obstante, existen muchos tipos de peces y todos ellos cumplen un papel fundamental en el ciclo de la vida; porque colaboran con el equilibrio del medio ambiente y forman parte de la cadena alimenticia de otros animales y del ser humano.
Asimismo, las curiosidades de los peces son infinitas, por ende procederemos a mostrarte las más resaltantes:
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Duermen con los ojos abiertos
La gran mayoría de los peces no dispone de párpados, sin embargo, logran dormir tranquilamente; ya que hacen uso de una membrana transparente que recubre sus ojos. Así que, si vez a un pez demasiado quieto seguro es que está descansando.
Son capaces de recordar
Parece que aquel dicho que reza que «los peces no tienen memoria» no es del todo cierto. Y es que está comprobado que muchas especies son capaces de recordar a sus depredadores; incluso si alguno de ellos se le presenta un año después de haberlo atacado.
No tienen orejas pero oyen
A pesar de que los peces no dispongan de orejas sí poseen un oído interno, mediante el cual logran percibir vibraciones y sonidos. Y así es como pueden reaccionar ante el ataque de depredadores o de estímulos exteriores.
Son muy sensibles
Los peces tienen una sensibilidad auditiva bastante desarrollada. Por ese motivo el ruido producido por humanos les ocasiona mucho estrés, y los afecta a nivel físico y mental; llegando incluso a reducir su tiempo de vida.
Un pez mortal para el humano
El pez piedra es experto en camuflarse y dispone de un veneno muy potente, similar al de las cobras; con el cual es capaz de producir un dolor indescriptible y de acabar con la vida de un ser humano en un plazo máximo de 12 horas.
Diferentes personalidades
Aunque no lo creas hay un tipo de pez que desarrolla su personalidad, y es conocido como Guppy; una especie común en acuarios y como mascotas doméstica. Esta conclusión se dio a conocer por la universidad de Inglaterra, luego de un estudio de estos animales en momentos de estrés.
Comunicación mediante la orina
La especie de pez llamada Neolamprologus pulcher tiene la habilidad de comunicarse mediante la producción de orina; siendo una forma clara de transmitir su descontento hacia otros especímenes que le rodeen.
Un pez con pulmones
No, no es mentira, hay peces que disponen de pulmones, sin embargo, estos tienen la peculiar función de perfeccionar el olfato. Es importante señalar que los peces que aún existen, y que cuentan con este tipo de estructura, se consideran como fósiles vivientes.
Peces voladores

Sí, hay unas 40 especies denominadas peces voladores que logran elevarse fuera de la superficie; a una velocidad de 60 kilómetros por hora y a una altura de hasta 200 metros. Aunque dicho vuelo es realizado por escasos segundos.
Los peces hermafroditas
Como ya sabrás, la palabra hermafrodita denota la capacidad de producir óvulos y esperma; y existe un 2% de especies de peces que logran esta hazaña. Asimismo, algunos son hermafroditas simultáneos, es decir que cambian de sexo hasta 20 veces por día.
Usan un protector solar
Quizás te suene extraño, pero el pez cebra produce su propio filtro solar, denominado gadusol; mediante el cual protege a su organismo frente al impacto de los rayos ultravioletas que ingresan al mar.
El pez que parece un camaleón
El camaleón es conocido por cambiar de color, de acuerdo al entorno en donde se encuentre, con el objeto de camuflarse. Y algo muy parecido pasa con el pez Gobius paganellus, que es capaz de cambiar de color en menos de 60 segundos.
Su edad se mide por el oído
Los peces disponen de un hueso en el oído, el cual se va llenando de capas concéntricas que a su vez determinan la edad. Esta técnica tiene por nombre lectura de los otolitos y es la utilizada por científicos y naturalistas.
El pez macho que da a luz
Los caballitos de mar son la única especie animal que existe, en donde son los machos los que dan a luz a las crías. Este proceso ha sido muy estudiado, y se sabe que es la hembra quién le da los huevos a su pareja y que este se encarga de gestarlos por 45 días en su vientre.
¿Cómo saber si un pez es rápido?
Hay una manera muy fácil de determinar si el pez que estás observando es rápido o no; y es mediante sus aletas, las cuales deben ser finas, y su cola, que tiene que estar dividida por dos o más partes.
Son capaces de mirarte
Los peces disponen de una buena visión, en su mayoría, por lo que pueden determinar qué es lo que se presenta a su alrededor; así como de disernir entre un color y otro. Por ende, si te asomas a una pecera ten por seguro que estarán mirando tu rostro.
El pez globo se infla con agua o con aire
Aunque el pez globo sea un animal marino, cuando le llega el momento de inflarse, para protegerse de un peligro latente, puede succionar lo que esté a su alrededor; y si está fuera del agua succionará aire.
Papilas gustativas en su piel
Como lo has leído, la gran mayoría de los peces poseen papilas gustativas a lo largo de su extensión corporal. Esto les permite percibir las características de las presas o elementos que se encuentran en el agua.
El pez más grande que existe
Lo normal es que relacionemos la palabra peces con los diminutos ejemplares de las peceras; pero resulta que hasta los tiburones y ballenas son peces. Y, de hecho, el tiburón ballena gigante es el más grande del mundo, alcanzando hasta 20 metros de largo.
Dientes en la garganta
Los peces que son herbívoros, es decir que solo se alimentan de plantas, no disponen de dientes en el hocico. Sin embargo, cuentan con unos dientes faríngeos ubicados en la garganta, que les permiten moler los alimentos que ingieran.
No todos tienen escamas
Los seres humanos solemos asociar a los peces con escamas, pero no todas las especies de estos tipos de animales disponen de escamas en su piel. Algunos, como los tiburones, tienen una piel rústica parecida a un papel lija.
El pez más rápido y el pez más lento

El pez más rápido de las aguas tiene por nombre pez vela, y su velocidad puede equivaler a la de un coche que va a 120 kilómetros por hora. Por otro lado, el pez más lento es el caballo de mar; el cual, aún en movimiento, parece que estuviera totalmente quieto.